Thursday, January 21, 2010

Suceso Inesperado

Crónica de un Divorcio pareciera el título adecuado para este blog, después de meses de implacable bombardeo de sentimientos, haciendo de cada entrada un paño de lágrimas, un saco de arena, y en ocasiones hasta apresuradas suturas.

Hay entradas cuyo mensaje ha amainado, un huracán covertido en mero viento invernal. Pero permanecerán aquí, como lápida y epitafio, testimonios de lo que fui y el camino que recorrí.

Cuando inicié Leo, Leono y Leónidas, para hablar de "historias y rituales de mi vida adulta", jamás imaginé que como profecía, este diario me llevaría de la mano en mi camino hacia la vida adulta. Espacio de reflexión, melodrama garantizado y uno que otro destello de mi antes tan característico idealismo. En fin, sea lo que sea, siempre pensé que escribía sólo para mí, pues en la inmensidad de este universo cibernético, ¿quién aterrizaría en mi pintoresco rincón?

Hoy me di cuenta que, ¡hay alguien ahí afuera que de verdad leyó lo que escribí! Y aunque esta noche habré de llegar solo a casa, me haré de cenar, lavaré los trastes y después de leer un poco me enterraré en las sábanas cual hurón en madriguera, no puedo evitar sentirme un poco menos solo, un tanto más acompañado.

Sabes quien eres, tú que no sólo has leído, sino entendido mis palabras... y es a ti a quien quiero dar las gracias con esta entrada. Te doy las gracias porque has encendido una luz en este caparazón de hojalata, y me has enseñado que Leo, Leono y Leónidas es también un faro y un altavoz, and maybe, just maybe, someone's listening in the vast darkness.