Encontré en tu almohada ese último pensamiento
que dejas por la mañana, calientito y somnoliento
Es un suspiro, es un sueño, es un beso
Es un eco, un murmullo, un poco de todo eso
Lo guardo en mi pecho con enorme cuidado
detrás de camisa y corbata, bien abrigado
Lo llevo por las calles empedradas de Lutecia
Me habla de ti, de mí, de un viaje a Venecia
En el silencio escucho su canturreo
Si cierro los ojos, es a ti a quien veo
Cual pildorita me salva de esta enfermedad
De no verte, tocarte... de sentir la soledad
Y cuando en la noche te encuentro de regreso
te regreso
te regreso un suspiro, mi alma y un beso